Omar Khayyam - In Praise of Wine



* OMAR KHAYYAM



El vasto mundo: un grano de polvo en el espacio.
Toda la ciencia de los hombres: palabras.
Los pueblos, las bestias y las flores de los siete climas: sombras.
El resultado de tu meditación perpetua: nada.

Si quieres tener la magnífica soledad de las estrellas y de las flores,
rompe con los hombres, con todas las mujeres.
No camines al lado de nadie.
No te inclines sobre ningún dolor. No participes en ninguna fiesta.

Cierra tu Corán. Piensa libremente y mira la tierra y el cielo.
Al pobre que pasa, dále la mitad de lo que poseas.
Perdona a todos los culpables. No entristezcas a nadie.
Y escóndete para sonreir.



Déjame decirte algo antes de que rechaces a este notable poeta, pensando e¿que es un borrachín tonto:

PERFIL DE OMAR KHAYYAM

Como astrónomo hizo una reforma del calendario que, aunque no llegó a aplicarse, parece que acumulaba sólo un error de un día cada 4000 años.
En su libro Álgebra, amplia la obra del también matemático Al-Khowarizmi (s. VIII, llamado "el padre del álgebra") generalizando la resolución de ecuaciones cúbicas con alguna raíz positiva, al utilizar intersecciones de cónicas. Tiene clara la relación entre el álgebra y la geometría "Quienquiera que piense que el álgebra es un sistema de trucos para obtener los valores de incógnitas, piensa vanamente. No se debe prestar ninguna atención al hecho de que el álgebra y la geometría son en apariencia diferentes".



Pero además Omar Al-Khayyam es una de los grandes poetas persas. Sus famosas Rubaiyat son poemas, que traducidas del persa fueron conocidas en Europa a mediados del siglo XIX.
El escritor y periodista libanés Amin Maalouf, recrea en su libro Samarcanda la vida de este gran matemático, filósofo, astrónomo y poeta que fue Omar Al-Khayyam.



Hacia el año 750, bajo el patrocinio de los mismos califas cultos y refinados que protagonizaron Las mil y una noches, Bagdad se convirtió en centro de reunión de científicos de todos los países islámicos. Durante los siglos IX, X y XI, los califas ordenaron hacer traducciones del griego al árabe de las más importantes obras científicas griegas. De esta manera pudieron conservarse para la posteridad y, tres siglos más tarde, se volvieron a traducir estas obras del árabe al latín. Así es como pudo llegar Khayyam a ciertos oídos cultos pero sumamente dogmáticos, pudibundos y gazmoños.



No fue sino hasta que Fitzgerald llegó al Irán que se enfrentó a la enorme sorpresa del Rubaiyat, el cual gtradujo. Se hizo inmortal al darlo a conocder.
Estos dos son cuarteros traducidos por Fitzgerald, en libre versifiación al español:



Y ahora el nuevo año, removiendo ansias muertas,
al alma pensativa llama a la soledad,
donde Moisés asoma sus blancas manos yertas,
y Jesús resucita las llanuras desiertas.
Ven a llenar mi copa, y en primaveral anhelo,
echa de ti ese manto de contrición y dudas;
El ave-tiempo apenas tiene luz para el vuelo,
y -¡mira! ya sus alas está tendiendo al cielo.

Comentarios

Entradas populares